aprendiendo

verano
nada largo
duro?...segun se mire
que mas da, ya pasó, solo podemos añorarlo
y recordarlo
y darse cuenta de cosas que a veces se nos escapan, o no caemos en ello.
la imagen que tenemos del obrero, puro y duro, de un simple montador, y encima si es inmigrante es (o para mi era) la de un joven sin estudios , que salia de su pais para buscarse las habichuelas.
craso error , mio claro, y lo digo con tristeza
este verano he conocido a varios
y claro, he tenido que cambiar el chip
no suelen hablar de si mismos
callados y trabajadores
el tono de voz es igual al nuestro, se sabe si hablan enfadados o con rabia
pero tienen algo distinto
ciertas explicaciones, que no se muy bien si eso lo enseñaban en las escuelas de la antigua Rusia o simplemente en la escuela de la vida
marcado y con profundas cicatrices por ese adios a su familia
pero normalmente serviciales y sin muchos requerimientos
el caso es que el amigo Yury(fijo que se escribe de otra forma) anduvo por casa varios dias
grande como él solo, cerca de 2metros y 10 centimetros le permiten ver la vida desde otra altura
y parece ser que toda su inmensidad está cargada de sabiduria
andabamos amurallando la casita(vamos para que no se escapen los enanos) y fijandose en el hueco de los barrotes del balcon dijo, como el que dice buenos dias vamos, que esos barrotes estaban muy separados, que la cabeza de un bebe cuando empieza a andar tiene un diametro de unos once centimetros, y que esos barrotes tenian doce o mas(que se puede colar por ellos y tenemos una desgracia)
mi cara debio ser de la mas absoluta perplejidad, por que Yury, con su media lengua rusa y otra media española intentaba explicarme lo que habia dicho, y aunque yo lo habia entendido perfectamente no podia salir de mi asombro de que esas cosas no se nos enseñen en el colegio.
en ese momento una luz se encendio en mi(nunca he despreciado al foraneo pero es posible que lo menospreciara un poco), me dolio mucho, internamente, y me prometí a mi mismo no hacerme ideas predeterminadas sin conocer a alguien, porque el contacto nos da sorpresas, y esas sorpresas, como la vida misma no siempre son agradables